La gran cantidad de postulantes a la intendencia de Córdoba fragmentará el voto y posibilitará a cualquiera que con el 30% de los sufragios pueda conquistar o reconquistar el sillón del Palacio 6 de Julio.
Las elecciones para intendente de la ciudad de Córdoba es la que
en estos momentos mayor cantidad de aspirantes tiene, en parte esta
fragmentación política se deber a que muchos avisoran la posibilidad de
ganar los comicios en virtud de que el actual jefe municipal, el radical
Ramón Mestre, no logró consolidar una gestión que le permita ir por la
reelección de manera indiscutible.
Mestre que hoy no define si irá por la gobernación, por la intendencia o por las dos (en vistas de que el probable candidato electoral lo permitirá -elecciones para gobernador en julio o primera semana de agosto, y municipales a fines de setiembre o principios de octubre-) enfrenta la desconfianza de quienes lo buscan como aliados en virtud de un pacto -no escrito ni admitido- con el gobernador José Manuel de la Sota que busca facilitarle la continuidad en el Palacio 6 de Julio fragmentando la oposición.
Siempre de acuerdo a este análisis, Mestre con un escaso 30% de los votos podría seguir en la intendencia, objetivo para el que es necesario mantener una fragmentación política importante en la Capital, mientras que el intendente
-por su parte- se encargaría no que no se materialice la alianza que busca unir al PRO, con la UCR y el Frente Cívico, una fuerza que estaría en condiciones de pelearle El Panal mano a mano a Unión por Córdoba encaramada en el poder hace 16 años.
Aparte de Mestre, aparecen como actores importantes en este entramado la exesposa del gobernador, Olga Riutort, que aspira al Palacio 6 de Julio hace varias temporadas, aunque nunca logró que De la Sota la respalde como la candidata de Unión por Córdoba, razón por la que debió apelar a otros sellos políticos. Dueña de una importante porción del voto peronista, Riutort no consigue consolidar su liderazgo porque siempre tuvo al frente algún candidato surgido del PJ. Roberto Chuit en 2007 y Héctor Campana en 2011.
Mantener al PJ dividido en la Capital es la principal arma que asegura el triunfo de Mestre.
La interna del 12 de abril
Con más dudas que certezas, el peronismo comienza a perfilar candiatos para la intendencia. Esteban Dómina, un edil del Frente Cívico, alborotó el mercado de pases cuando recientemente decidió volver al PJ, y está dispuesto a ser el postulante de De la Sota. No es que Dómina sea el único, también pujan para esta cargo Eduardo “Lalo” Barrionuevo, Gabriel Bermúdez, Marcelo Rodio, Juan Rufeil, Elvio Sahaspe. El apoyo de un sector del “delasotismo” a Dómina contraría los deseos del candidato a gobernador por UpC, Juan Schiaretti, quien preferiría la postulación de Riutort, como una forma de “unir” al peronismo. La duda es si Riutort participará o no de la interna, para lo que se sabe estuvo “pidiendo garantías de transparencia” ante el partido.
La candidatura de Méndez
Otra figura que podría sacudir el panorama político de la ciudad, es la aparición del periodista de ADN, Tomás Méndez. Se sabe que fue tentado por “todas las fuerzas políticas, desde el delasotismo, el radicalismo y el kirchnerismo”. Pero el periodista todavía no tomó una decisión, aunque aseguran haber visto encuestas que le dan un 65% de imagen positiva (lo que no necesariamente se traduce en intención de voto). Mientras Méndez prepara una decisión para dar un salto a la arena política, se rumorea que una de las ofertas que habría recibido es de Apec (Acción para el Cambio) una fuerza política que apoyó anteriormente a De la Sota y últimamente al kirchnerismo, aunque como contrapartida también dicen que la operación estaría fogoneada por el delasotista Jorge Montoya desde bambalinas. Los allegados a Méndez no ven al periodista ligado a Unión por Córdoba.
Los malqueridos socios
Volviendo al radicalismo. Una parte del partido, menos el sector Confluencia de Mestre (el mayoritario dentro de la UCR) quieren el acuerdo con Mauricio Macri y Luis Juez. El intendente duda entre romper el pacto con De la Sota o continuar, y esto pone nervioso a sus aliados del Pro y el Frente Cívico. Si el candidato es de la fuerza de la boina blanca y no es Mestre, aparecen en la grilla Javier Bee Sellares, Marcelo Cossar que perdió aire tras denuncias que una fue archivada y de la otra resultó sobreseído al igual que el intendente. Otro dirigente con chances es el legislador Rodrigo De Loredo, de Marea, el grupo interno de Oscar Aguad.
También está anotado Dante Rossi del sector de Carlos Becerra ligados al Modeso. Pero si el triple acuerdo con el Pro y el FC fracasa, estas fuerzas también tienen en la grilla candidatos para poner.
Por parte del PRO, aparece el presidente de Atenas, Felipe Lábaque como el candidato natural del partido de la cinta amarilla.
Esperando a Godot
En el Frente Cívico hay varios dirigentes lanzados como precandidatos a intendente de Córdoba, pero ninguno cuenta aún con la bendición pública y oficial del jefe del espacio, Luis Juez. El senador todavía no sabe cómo jugará su partido en las elecciones provinciales y municipales de este año, y espera que la UCR y el PRO definan el armado de una alianza símil Unen que enfrente con chances a Unión por Córdoba. En abstracto, sin el dato de posibles aliados, dos son los principales aspirantes del Frente Cívico al sillón del Palacio 6 de Julio que hoy ocupa Ramón Mestre: la legisladora Liliana Montero y el vocal del Ersep, Juan Pablo Quinteros.
Montero, oriunda de Villa Carlos Paz, se lanzó a fines del año pasado sin la anuencia de Juez, y de hecho ya está recorriendo y moviéndose por las seccionales de esta Capital. Afirman que al senador no le cayó bien la decisión de quien es su jefa de bloque de legisladores en la Unicameral porque la candidatura a Intendente podría ser prenda de negociación en una posible alianza con radicales y macristas. Por su parte, Quinteros juega más cerca del senador nacional y líder del partido, pero por ahora mantiene cautela y espera definiciones a nivel provincial.
Mestre que hoy no define si irá por la gobernación, por la intendencia o por las dos (en vistas de que el probable candidato electoral lo permitirá -elecciones para gobernador en julio o primera semana de agosto, y municipales a fines de setiembre o principios de octubre-) enfrenta la desconfianza de quienes lo buscan como aliados en virtud de un pacto -no escrito ni admitido- con el gobernador José Manuel de la Sota que busca facilitarle la continuidad en el Palacio 6 de Julio fragmentando la oposición.
Siempre de acuerdo a este análisis, Mestre con un escaso 30% de los votos podría seguir en la intendencia, objetivo para el que es necesario mantener una fragmentación política importante en la Capital, mientras que el intendente
-por su parte- se encargaría no que no se materialice la alianza que busca unir al PRO, con la UCR y el Frente Cívico, una fuerza que estaría en condiciones de pelearle El Panal mano a mano a Unión por Córdoba encaramada en el poder hace 16 años.
Aparte de Mestre, aparecen como actores importantes en este entramado la exesposa del gobernador, Olga Riutort, que aspira al Palacio 6 de Julio hace varias temporadas, aunque nunca logró que De la Sota la respalde como la candidata de Unión por Córdoba, razón por la que debió apelar a otros sellos políticos. Dueña de una importante porción del voto peronista, Riutort no consigue consolidar su liderazgo porque siempre tuvo al frente algún candidato surgido del PJ. Roberto Chuit en 2007 y Héctor Campana en 2011.
Mantener al PJ dividido en la Capital es la principal arma que asegura el triunfo de Mestre.
La interna del 12 de abril
Con más dudas que certezas, el peronismo comienza a perfilar candiatos para la intendencia. Esteban Dómina, un edil del Frente Cívico, alborotó el mercado de pases cuando recientemente decidió volver al PJ, y está dispuesto a ser el postulante de De la Sota. No es que Dómina sea el único, también pujan para esta cargo Eduardo “Lalo” Barrionuevo, Gabriel Bermúdez, Marcelo Rodio, Juan Rufeil, Elvio Sahaspe. El apoyo de un sector del “delasotismo” a Dómina contraría los deseos del candidato a gobernador por UpC, Juan Schiaretti, quien preferiría la postulación de Riutort, como una forma de “unir” al peronismo. La duda es si Riutort participará o no de la interna, para lo que se sabe estuvo “pidiendo garantías de transparencia” ante el partido.
La candidatura de Méndez
Otra figura que podría sacudir el panorama político de la ciudad, es la aparición del periodista de ADN, Tomás Méndez. Se sabe que fue tentado por “todas las fuerzas políticas, desde el delasotismo, el radicalismo y el kirchnerismo”. Pero el periodista todavía no tomó una decisión, aunque aseguran haber visto encuestas que le dan un 65% de imagen positiva (lo que no necesariamente se traduce en intención de voto). Mientras Méndez prepara una decisión para dar un salto a la arena política, se rumorea que una de las ofertas que habría recibido es de Apec (Acción para el Cambio) una fuerza política que apoyó anteriormente a De la Sota y últimamente al kirchnerismo, aunque como contrapartida también dicen que la operación estaría fogoneada por el delasotista Jorge Montoya desde bambalinas. Los allegados a Méndez no ven al periodista ligado a Unión por Córdoba.
Los malqueridos socios
Volviendo al radicalismo. Una parte del partido, menos el sector Confluencia de Mestre (el mayoritario dentro de la UCR) quieren el acuerdo con Mauricio Macri y Luis Juez. El intendente duda entre romper el pacto con De la Sota o continuar, y esto pone nervioso a sus aliados del Pro y el Frente Cívico. Si el candidato es de la fuerza de la boina blanca y no es Mestre, aparecen en la grilla Javier Bee Sellares, Marcelo Cossar que perdió aire tras denuncias que una fue archivada y de la otra resultó sobreseído al igual que el intendente. Otro dirigente con chances es el legislador Rodrigo De Loredo, de Marea, el grupo interno de Oscar Aguad.
También está anotado Dante Rossi del sector de Carlos Becerra ligados al Modeso. Pero si el triple acuerdo con el Pro y el FC fracasa, estas fuerzas también tienen en la grilla candidatos para poner.
Por parte del PRO, aparece el presidente de Atenas, Felipe Lábaque como el candidato natural del partido de la cinta amarilla.
Esperando a Godot
En el Frente Cívico hay varios dirigentes lanzados como precandidatos a intendente de Córdoba, pero ninguno cuenta aún con la bendición pública y oficial del jefe del espacio, Luis Juez. El senador todavía no sabe cómo jugará su partido en las elecciones provinciales y municipales de este año, y espera que la UCR y el PRO definan el armado de una alianza símil Unen que enfrente con chances a Unión por Córdoba. En abstracto, sin el dato de posibles aliados, dos son los principales aspirantes del Frente Cívico al sillón del Palacio 6 de Julio que hoy ocupa Ramón Mestre: la legisladora Liliana Montero y el vocal del Ersep, Juan Pablo Quinteros.
Montero, oriunda de Villa Carlos Paz, se lanzó a fines del año pasado sin la anuencia de Juez, y de hecho ya está recorriendo y moviéndose por las seccionales de esta Capital. Afirman que al senador no le cayó bien la decisión de quien es su jefa de bloque de legisladores en la Unicameral porque la candidatura a Intendente podría ser prenda de negociación en una posible alianza con radicales y macristas. Por su parte, Quinteros juega más cerca del senador nacional y líder del partido, pero por ahora mantiene cautela y espera definiciones a nivel provincial.
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